Es un beneficio tributario, ya que el dueño de la empresa o los socios que trabajan en ella pueden considerarlo como gasto. Esto, siempre y cuando la remuneración esté afecta al pago de cotizaciones de salud y AFP:
𝙀𝙨𝙩𝙤 𝙦𝙪𝙞𝙚𝙧𝙚 𝙙𝙚𝙘𝙞𝙧, 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙚 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙘𝙤𝙣𝙩𝙖𝙧 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙪𝙩𝙞𝙡𝙞𝙙𝙖𝙙𝙚𝙨 𝙮 𝙧𝙚𝙙𝙪𝙘𝙞𝙧 𝙡𝙖 𝙘𝙖𝙧𝙜𝙖 𝙙𝙚 𝙞𝙢𝙥𝙪𝙚𝙨𝙩𝙤𝙨 𝙨𝙤𝙗𝙧𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙞𝙣𝙜𝙧𝙚𝙨𝙤𝙨.
Hay ciertos requisitos para poder considerarlo; los nombramos a continuación:
📌 Que el empresario remunerado sea un socio que trabaje efectiva y permanentemente en la empresa. Esto no implica que deba someterse a una jornada de trabajo completa.
📌 Pagar las cotizaciones previsionales obligatorias (AFP e Isapre) al socio o empresario por la remuneración pagada.
📌 Que dichas remuneraciones y el impuesto único de segunda categoría asociados a estas rentas sean contabilizados en los meses a los que corresponden y se identifique claramente a las personas asociadas a ellos.
📌Y, por último, para el caso de las sociedades de personas, tales como: E.I.R.L. o LTDA, no podrá superar el máximo de 79,2 UF.
Finalmente, el sueldo empresarial puede tener muchas aristas y dependerá del tipo de contribuyente su forma de aplicar. Por lo tanto, debes tener mucho cuidado al momento de gestionarlo para incluirlo en los gastos de tu negocio.
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